viernes, 23 de abril de 2010

Picaduras de abejas

Todo el mundo se siente un poco nervioso cuando una abeja o una avispa revolotean a su alrededor. ¿Quién sabe cuáles son sus intenciones? Lo cierto es que sólo atacan cuando se les molesta, se sienten en peligro o intentan defender su panal o colmena.
Como todos los insectos, estos seres vivos presentan un temible aguijón en el último segmento de su abdomen. Excepto la abeja, el resto de insectos del grupo retienen el aguijón y pueden picar repetidamente. Su veneno, eficaz mecanismo de defensa, puede dar lugar a reacciones alérgicas, aunque puede resultar mortal en individuos hipersensibilizados ante dichas sustancias químicas.

El orden Hymenoptera incluye avispas, abejas, abejorros y hormigas, (probablemente existan más de 100.000 especies en el mismo), y sin duda estos insectos causan al hombre más picaduras que ningún otro grupo de animales venenosos.
La gravedad del cuadro depende del número de picaduras (hasta 1000 en algunos casos), exposición anterior, edad y estado general del paciente. En Estados Unidos se registran más muertes anuales como consecuencia de esta lesión que por mordedura de serpientes. Desde luego la picadura de estos pequeños seres inyecta menos veneno, y son las reacciones alérgicas graves, más que los efectos tóxicos directos del veneno, la causa de la mayor parte de las muertes.

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